Lodos depositados en fuentes termales y fondos marinos. Están formados, esencialmente, de arcilla, feldespatos y micas. Tienen propiedades cicatrizantes, bactericidas y absorbentes, lo que les hace muy útiles en el tratamiento de pieles grasas.
Los lodos pueden aplicarse en multitud de formas cosméticas: Mascarilla faciales/Mascarillas corporales. Tratamientos de contusiones, cortes, quemaduras, llagas y eczemas. Champús y Mascarillas capilares. Desodorantes corporales. Cremas adelgazantes y anticelulíticas. Peelings / Tratamientos reactivantes. La concentración de uso variará según sean los fines perseguidos, puediendo aplicarse directamente sobre la piel, añadiendo una pequeña cantidad de agua.